
¿qué es un cliente transaccional?
Qué es lo contrario de la relación transaccional
El marketing transaccional es una de las muchas estrategias de marketing que se centran en maximizar el volumen y los ingresos de las ventas. Esta estrategia pone un gran énfasis en impulsar las ventas concentrándose en transacciones únicas. En contraste con el marketing relacional, el marketing transaccional no intenta construir relaciones a largo plazo con los clientes, sino que promueve altas ventas a corto plazo.
Al igual que otras formas de marketing, el marketing transaccional optimiza las ventas en cuanto a producto, precio, colocación y promoción. La creación de productos y la fijación de precios implican el desarrollo de un producto útil cuyo precio se ajuste a las preferencias de los consumidores y que, al mismo tiempo, genere ingresos significativos. La colocación se centra en la distribución eficaz del producto en varios lugares que se estima que tendrán éxito, y la promoción implica la publicidad y hacer que el producto sea atractivo para los consumidores.
Gran parte de la atención en esta forma de marketing gira en torno a los propios productos, ya que los productos, y no las empresas, son el principal atractivo para los consumidores. En cambio, el marketing relacional se centra más en la imagen de marca y en el desarrollo de relaciones a largo plazo con los clientes. Aunque muchas empresas elaboran estrategias de marketing integrales que incluyen ambas formas, algunas empresas considerarán que una es más eficaz que la otra.
Ejemplos de venta transaccional
La distinción entre la satisfacción específica de la transacción y la satisfacción general ha recibido poca atención empírica en la literatura sobre satisfacción y servicios. Además, una revisión de la bibliografía existente proporciona pruebas conceptuales contradictorias sobre las relaciones entre la satisfacción específica de la transacción, la satisfacción general y la intención de recompra. Este estudio investiga empíricamente la satisfacción específica de la transacción, la satisfacción general y la intención de recompra, y concluye que ambos tipos de satisfacción pueden distinguirse entre sí. Además, los resultados de este estudio sugieren que la satisfacción general tiene una influencia directa en las intenciones de recompra, así como una influencia moderadora en la relación entre la satisfacción específica de la transacción y las intenciones de recompra. Cuando la satisfacción general es alta, la satisfacción específica de la transacción tiene poco impacto en la intención de recompra, pero cuando la satisfacción general es baja, la satisfacción específica de la transacción tiene una influencia positiva en la intención de recompra.
Transaccional frente a relacional
No hay una sola manera de crear un perfil de cliente. Hoy en día, las empresas pueden recurrir a diversas fuentes de datos para crear una imagen en profundidad de sus clientes, desde quiénes son y qué necesitan y quieren hasta qué piensan y sienten, y cómo se comportan. Sin embargo, de las muchas herramientas y recursos sofisticados a los que puede recurrir para profundizar en el conocimiento de sus clientes, los datos transaccionales son uno de los más valiosos.
Digamos que sus ventas han aumentado un 10% desde el año pasado por estas fechas. Eso suena bien, ¿verdad? Pero los datos transaccionales pueden revelar que las ventas dentro de su categoría han subido un 20%, y que su marca tiene un rendimiento inferior al del resto del mercado.
“Muchas marcas no tienen forma de comparar su rendimiento, excepto con ellas mismas”, dice Oliver Allen, director general de Perceptive. “Los datos transaccionales a nivel de categoría pueden dar ese contexto. Proporcionan una visión más amplia y el lugar que ocupa tu marca en ella”.
Este tipo de información también le ayuda a medir la cuota de mercado y su tamaño dentro de su categoría. También puede permitirle comparar el rendimiento de su marca con su categoría, en lugar de basarse únicamente en el rendimiento pasado.
Ejemplos de marketing transaccional
Se trata de tener una empresa cohesionada, que cultive vínculos estrechos entre los equipos para que puedan compartir datos, conocimientos y perspectivas. Es más importante que nunca crear experiencias significativas para los clientes y, en parte, esto se hace construyendo relaciones.
Si se piensa en esto en un sentido de servicio al cliente y en una simple interacción con el cliente, alguien hace una pregunta y usted sólo proporciona una respuesta. No hay más detalles, ni se construye una relación, ni se le da más brillo. No es algo memorable para un cliente y no se aprovecha el privilegio que supone que se relacione con su empresa.
Cuando el 33% de los estadounidenses dicen que cambiarían de empresa después de un solo caso de mala atención al cliente, las empresas tienen que hacer del buen servicio al cliente una prioridad. Así, una interacción con el cliente que sea honesta, abierta y transparente será más eficaz.
Por ejemplo, si un cliente tiene una queja, hay que ir más allá para convertirlo en un momento más positivo y ofrecerle un incentivo para que vuelva. Y esto es tener una forma más holística y humanizada de interactuar con los clientes y proporcionarles valor para impulsar la retención de clientes.